No lea más allá de lo cierto.
no sea cosa que las sirenas
aquellas de las costas griegas
y del mar Egeo
se vengan hasta las letras
que impregnadas de óxido de hierro
esperan ser desenterradas
en las catacumbas de los desiertos
para servir de comida
a los arqueólogos de todos los tiempos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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