Pasan los coches veloces,
vuelan entre delirios
de las aves que los observan
desde las copas de los árboles.
¿No se que es lo que verán las aves,
con esos sus ojos de luz brillantes?
Ellos no entienden
ni de razas ni de lo divino ni de lo que pasar
nos viene,
es su adorno parte de nuestras vidas,
a veces ocurre
que quien conduce
y pasa veloz,
de aquí para allá
sin en nada detenerse,
solo sabe
menos que esas aves,
que al menos ponen
su vida al servicio
del árbol al que se deben.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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