Es como si el número diez fuera todo
y solo es una osadía mía
esa fijación indebida que se sale siempre con la suya.
Ahora mismo este poema de rutina
manifiesta lo que quiere
y nos transforma en artistas.
Sin mas cuestiones que decir así se finaliza
con la misión cumplida ya agotadas las energías
de quien apuntalando está la pared de las cosas positivas.
que el diez nos deja ahora que un nuevo ciclo de día se inicia.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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