Pasaban las legiones romanas
por aquel camino que llevaba de puerto
en puerto,
Murciano el camino
pasa por Pinarejo
y por allí en las motillas
en viejos castros
viven los lugareños
a la espera de que sea vea
tropel de huestes
y polvo el cielo envolviendo,
para lanzarse sobre ellos,
y es que entre el espejuelo
y las riquezas
que por esos lugares
era más o menos
aquello que otros quieren
a coste cero,
sale el ingenio
de los viejos pobladores
de los que nadie sabe
más que aquello
que se cuenta de vez en cuando
si lo que se quiere
es crear consenso
entorno a los valores
que subyacen
en los libros viejos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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