No hay hora sin minutos sin segundos,
sin vistazo al sol,
sin arena o aguja, sin círculo,
no hay sin trabajo ni descanso
sin muerte y sin sufrimiento,
sin sonrisa alguna,
sin vistazo al sol,
sin arena o aguja, sin círculo,
no hay sin trabajo ni descanso
sin muerte y sin sufrimiento,
sin sonrisa alguna,
sin barbarie de estúpidos en el mundo.
No hay hora sin pronombres definidos o indefinidos,
sin pesca de atunes o matanzas o suicidios
o desdicha de quienes nos consideramos libertarios
repartidos por la geografía terrestre
que da cobijo a los conejos y canguros,
sin un desafortunado ataque
a la especie humana
por haber nacido en uno u otro sitio.
a la especie humana
por haber nacido en uno u otro sitio.
No hay estudios sin título,
ya sea el del obrero con su sudor conseguido
o el del universitario que se cree
lo suyo es lo SUMO.
Ni Confucio ni Buda, ni Jesús el del Monte de los Olivos,
sabe más de lo que se puede leer
en un escueto libro
que diga la palabra libertad y no exija tributo alguno.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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