Un gesto, sólo un gesto
y nos vamos
al saliente de la montaña,
al cañón labrado
por la pisada de los bisontes
cuando en desbandada
huyen llevando
detrás sus rebaños.
Una gesta
y con ella
concluir estos parrafos
para comenzar otros
que al menos
sen más del agrado
de quienes viven sus vidas
sin más sobresaltos
que la alarma del reloj
invitando a cantar un salmo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.