EN el infinito entrando
de él saliendo y con arañazos,
ya niño cansado
de verse mayor
asustado,
de sentir nada,
de estar descuidado,
de ver que le falta
aquello que le dio alas
y le lanzó al mercado,
corrientes estas
por las que navegando
finalizan
de buen o mal grado,
en lo que se escribe
y piensa
y en lo que queda varado,
allí donde se desguazan
los viejos barcos,
para cuando
su vida útil ha acabado.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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