Mirando el fuego
vemos en esas llamas que se elevan
algo más de lo que se puede observar
cuando se acaricia la parte suave
de una palabra que emerge de la boca
para ser algo más
de lo que en un principio se espera.
Sujetos somos,
algo parecido a presencia
de llamas que se derraman
y mueren en su chimenea.
Ya las cenizas cubren el cristal
que denota la prestancia ciega
del humo que se ciñe a la cintura
de lo que pilla ya sea a malas o buenas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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