("Yo no escribo esto para muchos,
sino para ti:
pues bastante teatro formamos entre tú y yo")
Epicuro
Epicuro, se me vino
hasta mi ventana
en volandas
para decirme
entre risas desencajadas
algo que me viene al recuerdo
cuando la frialdad
que sale de las entrañas
de las tierras desangeladas
llega a lomos de bestias fatigadas
para dormir en mi cama.
Epicuro
no estaba aquel día
en que a Buscarini
un maletilla
le quiso partir la cara
entre la pasividad
de los que miraban,
todos ellos hombres de buenas palabras
pero a lo visto
de la insuficiente talla
como para impedir aquel drama.
Epicuro aconsejaba
vivir en completo placer
y para ello se basaba
en teorías
que Buscarini llevó a la práctica
de ahí le vino al poeta
sus ansias
de comerse el mundo
sin necesidad de cuchara.
Epicuro
era algo más
que un repertorio
de frases encuadernadas
y a poco que los bohemios
se llenaban
de esa felicidad
que él aconsejaba
pasaban a mejor estado
como por arte de magia.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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