miércoles, 3 de abril de 2013
POESÍA: CONFESIONES A BUSCARINI (V)
En aquellos días
y en Madrid
un chino no se veía
así como así
y a pesar de todo ello
¡si señor!
Buscarini
tenía un amigo chino
pintor
que le ayudaba
a decorar
su quiosco
instalado junto a un paredón
y a confeccionar la propaganda
para vender mejor
aquellos libros que fabricaba
con tanto amor.
Por fin
la historia se cumplió
y Buscarini consiguió
una calle y un blog
allá donde nació
y a un puñado de amigos
y entre ellos a algún seguidor
ganado y con razón
que para mas decir te llevan
en lo más profundo de su corazón.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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