martes, 2 de abril de 2013
POESÍA: CONFESIONES A BUSCARINI (IV)
Una ciudad que se hace
poco a poco
como si se abriera un melón
-catar diría yo-
y la ciudad nos enseña
aquello que a simple vista
es lo mejor
y uno que de esto sabe
lo que le vino a decir Dios
se queda con los pobres
pues necesitan
por ser quienes son
mucha justicia y como no
perdón.
Buscarini se descalza
y sobre la nieve que cubre
la calle
en la cual instaló
su editorial -de estilo Hong Kong-
vende sus libros al por menor
sin imprtarle en demasía
la opinión
del resto de personajes
de su gremio
que le critican sin razón
por ser pionero e importar
un estilo que ya en el Japón
hacia furor.
A la noche
cuando este poema
encuentra su verdadero sabor
uno entiende mejor
esa postura de Buscarini
en hacer de escritor, editor y vendedor.
¡Brindo por Buscarini
pues se murió
sin dar a torcer el brazo
y pensando
que era de todos el mejor!
¿Ustedes, no?
Autor: José Vte. Navarro Rubio.
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