Primero fue la luz
en forma de llama encendida
y desde ese día
uno anda buscando en los bolsillos alguna poesía
con que distraerse un rato
sin molestar a mosca alguna.
Si en ese placentero momento
de convertirse el creador
en dueño y señor de todo lo que en el universo gravita
hubiera existido alguna fuerza negativa
el mundo sería de otra forma diferente a como nos lo pintan.
Esta es una teoría
descabezada y ambigua
que me sirve para que entiendan
la diferencia que hay entre la historia antigua y la teología.
Andemos todos juntos
tal y como se nos recuerda
en algún que otro tratado sobre la política
ya sea de Montesquieu o de cualquier revolucionario dueño y señor de la Bastilla
y andemos por lo que nos interesa
antes de que otros nos ganen la partida.
Andemos camino como se dice en mi pueblo
del Pozo de las Pitas
pues allí el agua es tan dulce
que las almendras a su lado no son tan buenas ni una vez convertidas en peladillas.
Es fácil entender
lo que uno les quiere decir en este monólogo propio de quien con tanta labia les anima.
Yo les animo
a que me sigan
en este quehacer diario
de escribir con mi propia pluma
mientras ustedes conocidos, desconocidos, amigos y amigas
se entretienen a su gusto
mientras se calientan los cascos y por si acaso respiran.
Tu mundo es
lo que tu quieres que sea
y lo que te dejan los que te vigilan
entre ellos ese gran hermano
nacido para ser nuestra sombra y pesadilla,
cada vez más amarillo
como esos limones que en la rama se columpian.
Desde Oriente
entre ráfagas de vientos
que en sus entrañas llevan partículas radiactivas
me atrevo a decir que la cultura china con sus retazos de política maoísta se adivina,
aunque para cuando llego eso de comer con palillos y mandarinas
uno estará más caduco que una pobre colilla.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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