Junto al faro la última luz y camino,
el último suspiro,
lo romántico ya caduco
choca como los navíos con lo desconocido.
Él se asomaba a un espacio
en las aguas convertido
en una senda, en la noche casi un hilo.
Velero de velas tan blancas
no surca los mares del olvido,
de no ser que las penas del timonero le impidan navegar en pos de su destino.
El faro y el farero
como binomio pefecto
para enseñar a sumar a las niñas y niños,
sin ello no hay en la mar por la noche barcos cruzando los infinitos,
ni romanticismo con que llenarse por dentro
y salir de casa rn busca de amoríos,
el del mar con el marinero,
el del farero con su faro, la luz como testigo,
la de los enamorados en la playa la arena sirviendo de lecho marino.
Autor: Jose VTe Navarro Rubio
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