El orgasmo no debe ser tu refugio,
tus soledades Leopoldo
son propias de tu espíritu,
tan lejano, tan olvidado, tan sin estímulo,
algo de locura hay en lo tuyo.
La oquedad es el silencio,
el cero absoluto,
sujetos a su yo
bebiendo de una fuente en el limbo,
el deseo como todo
y la vida en su saco sufriendo del eterno castigo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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