martes, 30 de abril de 2019

POESÍA: NADIE SABE NI CÓMO NI EL POR QUÉ GENARÍN MURIÓ

I

No sabemos ni se sabrá jamás
a falta de filandón,
tejiendo algún faldón,
lo que Genarín  hacia
aquel día ya su muerte acaecida en una calle de León
junto a una muralla antigua,
con más de un torreón, en una extraña posición.

¿En cuclillas?

¿Víctima, quizás de un apretón?

¿Sepa Dios lo que pasó?


II

Avisaba de la muerte el viento, ladino, éste de ladrón,
pues era fatal el hedor de Genarín,
famoso por su tesón
al cocer en su estómago, cual olla a presión,
quintales de orujo de buen alcohol
que en las noches frías le llenaban de calor
cuando dormía en la llariega
sobre un lecho cutre sin más colchón
que unos sacos de pellejos secos rellenos para mayor confort
con pieles de conejos, gazapos y algún ratón.


III

Bajo las ruedas de un camión
de residuos sólidos de todo León Genarín yació.

¡Pobre de él! un vidente ¡grito!
la serdañá parece ser que le inundó, en extraña posición,
con los calzones medio puestos
a la altura justa de donde se pierde el honor
y la mirada perdida,
tal no se creyera todavía
la forma en como la muerte le llegó,
sin darle tiempo a encomendarse a ningún retor.


IV

El mochuelo sobre la muralla no se creía lo que veía
pues todo pasó de sopetón,
así con razón
no se dio cuenta del percance el  desdichado conductor
de aquel fúnebre camión.

Ocurrió que el vehículo cuesta abajo rodó
y como quien dice que no Genarín no reaccionó
ni pudo esquivar  con su look de macarra trasnochador,
cual si fuera Lolo con su técnica china, Falun Gong,
el fuerte impacto que lo mató.


V

Entre pieles de conejos
que llevaba colgando a modo de cinturón
y panxulinas revoloteando a su alrededor,
alzaba Genarín la copa en las tabernas de León
mientras pedía con mucha pasión
paz en el mundo, vino y resopón,
sexo en su punto y como no hay tres, sin dos, perdón
para quienes temiendo a Dios
se van de este mundo
sin dejar ni un miserable real de vellón


VI

Esclava la noche,
mientras se dormía en León,
se sujetaban en el cielo con todo su esplendor
las estrellas con clavos de oro
y de latón,
ya la luna pasaba,
ya se oían lamentos de todo tenor,
entre ellos los de los taberneros
gritando ¡ladrón!
por lo que Genarín les debía y nunca les pagó.


VII

Dicen y así se escribió
que en una calle fría su cuerpo yació
con la mirada perdida
cual pidiera perdón
a sus deudores ¡y cómo no!
a la Mocha
por la mucha pasión que puso en su relación
y lo poco que él finado
en vida la apoyó
en aquello de sacarla de su mala posición.


VIII

¡Qué la Mocha no era ramera!

¡Qué la Mocha era un pendón
de los más Grandes de León,
cual fevienza brotando en el corazón
de quienes solicitaban de ella
algún que otro pecaminoso favor!


IX

Ya muere un santo, se oye en León.

Ya tañen las campanas, en señal de dolor.

Ya se cierra una fosa
y se canta ¡ alirón, alirón, Genarín, campeón!

Ya se marchitan los pétalos de una flor
en el parque de Quevedo en honor
de quien con su pluma escribió,
todo lo cotidiano es mucho y feo,
y por esto y otras cosas
se le dio en su tiempo más de una coz.


X

Todos son buenas palabras hacia el difunto
en la ciudad de León,
es como si hablara el corazón.

Así se oía
que Genarín solo quería
de la Mocha que le complaciera con su Don
y de los taberneros de todo León
un poco de vino en cualquier ocasión.


XI

¡Ay de mí! se dice que exclamó
el conductor del camión
que acabó con la vida de Genarín en León,

Las crónicas señalan en letra Arial
de ordenador de buen grosor
 que lo hizo en señal de dolor,
pues en una noche maldita la fatalidad le traicionó.

Mala pata la suya, por ello pagó, aquel pobre conductor
con el olvido y en ello vivió
siempre pensando en el lance que le pasó
y en lo que hubiera sido su vida
si Genarín hubiera esquivado las ruedas del camión.


XII

Dicen que se oyen en el Real de León
lamentos que son algo así como la voz
de Genarín, santo varón,
cuando llega la Semana Santa cargada dolor
entre ladridos de perros
y el viento rugiendo en las calles sin compasión.

Es por ello que pide su congregación más libertad de expresión
y menos políticas madre: VOX
entre copas de orujo y vítores a Nuestro Señor.


XIII

Si con la Mocha hubiera estado Genarín "faciendo " el amor
o bebiendo, está era su afición,
no hubiera muerto bajo las ruedas de un camión.

Por esto,
y a falta de políticas que llenen los hogares de confort,
levantemos la copa en su honor
y pidamos a coro y con educación a una sola voz,
que quiten del acceso al Congreso
la esfínge de un león y pongan sin dilación
una estatua de Genarín en latón
pues León solo hay una, no dos,
y por tanto merece el honor de servir de imagen a toda la Nación.

¿y  cómo no?

Leamos algún efervescente sermón
por quien dio muestras con su desmedido valor
de lo que un hombre puede hacer
a poco que se desabroche el cordón
que le hace las veces de cinturón
y baje hasta las pantorrillas, sin pudor, el calzón.


XIV

Dan testimonio de estos hechos en León
un ejército de seguidores
del santo y empedernido bebedor
expandiendo su legado
con especial devoción,
sin rezos, ni misas, se celebra su muerte y resurrección
entre copas de orujo y gritos de emoción.


XV

Amén, el gallo con xeitu cantó,
Judas cumplió su tradición
y Genarín salió en Santa Procesión
sin más llumbreiru que Francisco Pérez Herrero, gran santón,
cual rama de brezo iluminando a León en señal de perdón,
por lo mucho que se le debe
y lo poco que en vida se le ofreció

Autor: José Vicente Navarro Rubio

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...