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| DON MARIO ROSO DE LUNA |
Según leemos en El Globo, su colaborador, el señor Roso de Luna, pudo observar en la madrugada del 5 del mes corriente un astro de cuarta magnitud en la constelación Auriga. Sus posteriores observaciones no han dado resultado. Se trata, pues, de un notable caso de aparición repentina de una estrella, debida tal vez á recrudescencias de sus fuegos medio extinguidos, que recobran un instante sus energías para sumirse de nuevo en las tinieblas, á semejanza de tantas otras que los fastos de la astronomía registran.
La Iberia (Madrid. 1868). 13/8/1893, página 3:
EL COMETA ROSO DE LUNA. Los anales de la ciencia española, tan pobres por desgracia, nos recuerdan el singular descubrimiento del astro de éste nombre en la constelación del Auriga, verificado el 9 de julio de 1893, á simple vista y antes que nadie le observara, por el ilustrado joven D. Mario Roso de Luna.
Bien conocida es de todos la historia da tan notable suceso y la atención que mereció de las revistas y observadores extranjeros, seguidas del más leal reconocimiento del derecho de prioridad incontrastable que a nuestro compatriota asistiera.
El Correo español. 26/7/1895, página 1:
Articulo de Mario Roso de Luna sobre el Monasterio de Guadalupe:
……
Arriba , en la montaña , jaras, brezos y madronas cubren con su manto verde y pardo las desnudeces de la cuarcita; en cualquier ángulo de la roca, hacia media ladera, bajo el toldo de cualquier sotillo, brotan venas cristalinas de agua, que se ramifican y se filtran de nuevo á la tierra para bañar constantemente las raíces de diversos frutales, que en apiñado conjunto de follaje ocultan las riquezas de sus frutas, y allí donde la mano del hombre aun no ha labrado, espesan sus troncos y entrelazan sus copas el roble con el castaño, el álamo con el sauce y el aliso, cobijando lodo un pueblo alado de gorriones, mirlos, ruiseñores y oropéndolas, para los que no hay más mundo ni más vida que aquellas regiones umbrías, que tan pronto remedan los parques de las ciudades como las selvas impenetrables de otros tiempos que la prehistoria nos describe.
El Liberal (Madrid. 1879). 2/10/1895, página 4:
PUBLICACIONES El Kinethórizon es un aparato de astronomía popular, debido á la inventiva del conocido doctor Sr. Roso de Luna. Mediante ese aparato, sin conocimientos de astronomía, sin profesor y sin más operaciones que una suma ó resta de dos números concretos, puede cualquiera determinar con precisión casi matemática, en todo día del año, la hora de salida, paso por el meridiano y ocaso de las constelaciones y de todas las estrellas del cielo. Se vendo ese interesante aparato en la Agencia Madrid Postal, Carretas, 37.
El Mortero (Madrid). 12/1/1896, n.º 72, página 13:
Kinethorizon, por el Dr. D. Mariano Roso de Luna, descubridor del cometa de su nombre. Es un instrumento de astronomía popular por el que se averigua la hora de salida, paso por el meridiano y ocaso de las estrellas; se conoce mediante el cielo la hora de la noche y se determinan cuáles estrellas y constelaciones están á la vista ó sobre el horizonte y cuáles bajo de él en un momento dado.» El aparato es sencillísimo, al alcance de todas las inteligencias, en forma de libro, con una lámina, problemas, etc. y su inventor, Sr. Roso de Luna, merece todo género de parabienes. Precio: 2.50 pesetas, franco de porte y certificado, dirigiéndose al autor, en Logrosán.
Madrid científico. 1897, n.º 125, página 5:
Roca de Cuarcita del Ruecas. Artículo de Mario Roso de Luna:
…………………………..
Siguiendo de Norte á Sur la falda ó vertiente izquierda del río Ruecas como á 300 metros más abajo del puente de la carretera de Cañamero á Guadalupe, se muestra adherida á uno de los desmontes de esta vía la roca en cuestión, de dos y medio metros próximamente de longitud, por poco menos de altura, con una superficie bastante tersa, orientada de NO. á SE. y casi vertical, de color terroso, tirando á grisáceo, y presentando de relieve grandes vástagos, entrecruzados y curvos, que remedan fielmente las raíces de un vegetal dicotiledóneo, como el roble ó la encina. Estos vástagos afectan la forma cilindroide deprimida, con una semicircunferencia media de tres á seis centímetros: su superficie es muy tersa, sin soluciones de continuidad en ellos, que quieren iniciar una especie de casi imperceptibles estrías longitudinales, sobre todo una central perfectamente visible en algunos. Las curvas están muy bien desarrolladas, con esa suavidad característica de muchas raíces arbóreas que, sobreponiéndose unas á otras en los cruces en artístico conjunto, recuerdan á la primera mirada los tentáculos del pulpo.
El Globo (Madrid. 1875). 17/1/1897, n.º 7.729, página 2:
La exposición de nuevas invenciones. En esta Exposición internacional, abierta en París en el Campo de Marte, ha tomado alguna participación la ciencia española. Entre los diversos trabajos presentados ha merecido gran premio, con felicitación especial, nuestro compatriota Dr. Mario Roso de Luna, por la Memoria de un precioso invento, en el que automáticamente se reproducen las apariencias en la bóveda celeste con el orto y ocaso de los astros al mismo tiempo que en el cielo lo verifican, invento que por cierto es bien acreedor a la protección oficial. No es la primera vez que el Sr. Roso de Luna se da á conocer en el mundo científico, pues ya en 1893 descubrió un cometa que lleva su nombre, después de disputarle fuertemente la prioridad astrónomos extranjeros.
La Época (Madrid. 1849). 7/6/1897, n.º 16.886, página 3:
Real Academia de la Historia:
Fueron presentados el archiduque Luis Salvador de Austria para el nombramiento de socio honorario v D. Mario Roso de Luna para el de correspondiente en Logrosán (Cáceres).
El Heraldo de Madrid. 8/8/1898, página 3:
Merced al celo y generosidad del académico correspondiente de la Historia, Dr. Roso de Luna, ha sido enviada para formar parto del Museo Arqueológico Nacional una losa sepulcral curiosísima dada á conocer por él en las fragosidades de las Villuercas ó sierras de Guadalupe (Logrosán, Cáceres). Semejante hallazgo, con su grotesco tallado de un guerrero, armas y carro de combate, es único ó casi único en su género, y ha llamado poderosamente la atención de loa sabios.
El célebre doctor Hübner, de Berlín, bien conocido aquí por haber estudiado á fondo los bronces hispano-romanos, cree se trata de la losa que cubrió el sepulcro de uno de los guerrilleros de Viriato, lo que supone una antigüedad de más de dos mil años.
El Liberal (Madrid. 1879). 26/5/1900, página 3:
El doctor Roso de Luna y una distinguida comisión de aficionados, salen para Plasencia para observar el eclipse.
La Época (Madrid. 1849). 29/5/1900, n.º 17.949, página 1:
Observaciones científicas: El Sr. Roso de Luna, que pasó el día de ayer en Plasencia, hizo el resumen de sus observaciones en el siguiente telegrama de El Liberal: «Se ha apreciado un retraso de diez segundos en el primer contacto.
Observadas ocultaciones de nueve manchas.
A las 3'5 minutos de la tarde, vese Venus.
A las 3'30 aparece un gigantesco cirrus, que coincide con las postrimerías de la luz.
Un río de sombras avanza vertiginoso, dando coloraciones lívidas á los objetos.
Tres segundos antes de la totalidad piérdense las nubes occidentales, proyectándose en seguida una gran obscuridad bajo ellas.
Surge alrededor del astro eclipsado una deslumbrante irisada corona.
Destacan de ella tres penachos iguales curvados, por el Norte y por el Sur del sol.
Aparece hermosísimo Mercurio.
Un grado á Occidente del sol brillan Aldebarán, Cuelguera, Sirio y los Gemelos.
Es místico el aspecto de la extinción de la luz.
La divergencia en el cálculo del segundo contacto, 0,0.
La duración de la totalidad, según Ventosa, de 84 segundos. Puente, á simple vista, la ha calculado en 75.
Sacados tres magníficos dibujos concordantes de la corona.
Medida en el espectroscopio su raya verde, se han visto líneas con ligeras ondulaciones orientadas E.N.E, á O. S. O., y moviéndose de N. N. O. á S. S. E.
Descenso de la temperatura, ocho grados.»
Recopilación de José Vicente Navarro Rubio
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