Siempre hay tiempo
para aspiran los olores de las flores
antes de que estas marchiten
en los otoños largos de nuestras vidas,
y si no lo hay,
y si piensas que lo importante está en aquello que te sirve de desventura,
detente y cambia
y busca
el olor de las últimas rosas
las sonrisas,
aleteos sin prisas
de las mariposas que pasan por delante de nuestra vista,
hazlo antes
de que nadie te lo diga,
antes de que los inviernos fríos
sean eternos
y para entonces ya no haga falta
en nuestro día a día
cambiar nada
porque es la misma naturaleza investida de sabiduría
la que terminará por cambiar la faz de un mundo que no se estima.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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