Quienes desesperados
saltan
por encima de las alambradas
no saben lo que les espera
y lo cara
que resulta la vida
en los países
que se visten
todas las mañanas
con la palabra libertada
y las zapatillas
de la marca, democracia.
Todo en Europa es así de caro,
por todo se cobra
y por todo se paga,
a tanto el inmigrante,
dependiendo
del sexo,
color,
edad,
y patria,
sale el kilo de persona,
a poco más o menos
que el mismo peso
pero en patatas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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