Algo que decir en la tarde
ahora que creo que llora el viento,
que se deja mecer
por la sonrisa
de una pareja que pasa
distraída en sus andares,
aquí estoy para escribir lo que veo,
una melena que se mece
y algo que me dice, ya está bien.
Tal cual posa
la pareja que ya se citó
para cuando el poeta
toma nota
y sin dar tiempo a más cosas
escribe y entona
aquello que oye
tal si fueran musicales celestiales
acompañadas de harpa y acordeón.
Alguien dijo aquí estoy yo,
alguien respiró,
alguien se sumo
a esa alegría que con el día
se levantó,
Y por aquí en medio de tanto desazón
alguien pensó
que era de buen pensar
dar tiempo al tiempo
para que todo pueda discurrir mejor.
Un portazo a una puerta
y una chispa saltó,
una luz que brilla
y alguien que se estrelló
y es que para leer este poema
hace falta ponerse el cinturón.
ahora que creo que llora el viento,
que se deja mecer
por la sonrisa
de una pareja que pasa
distraída en sus andares,
aquí estoy para escribir lo que veo,
una melena que se mece
y algo que me dice, ya está bien.
Tal cual posa
la pareja que ya se citó
para cuando el poeta
toma nota
y sin dar tiempo a más cosas
escribe y entona
aquello que oye
tal si fueran musicales celestiales
acompañadas de harpa y acordeón.
Alguien dijo aquí estoy yo,
alguien respiró,
alguien se sumo
a esa alegría que con el día
se levantó,
Y por aquí en medio de tanto desazón
alguien pensó
que era de buen pensar
dar tiempo al tiempo
para que todo pueda discurrir mejor.
Un portazo a una puerta
y una chispa saltó,
una luz que brilla
y alguien que se estrelló
y es que para leer este poema
hace falta ponerse el cinturón.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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