Que se yo ni de lo que hablo,
del silencio del paramo,
allí donde los juncos muerden el frío,
no se nada
de la noche de los tiempos,
no se nada,
ni de los exilios interiores,
ni de las historias que se contaban
al calor del fuego
bajo el sereno sabor
de una copa de licor de manzana,
puede ser
que estemos en lo cierto,
en esta noche callan,
los silencios que golpean,
el encantamiento del alma
para cuando las sirenas
salen del agua
para despojarse del atuendo
que las convierte en figuras aladas,
me se en este instante
algo así a la calma
de esta noche que llega,
de la otra que se marcha,
de la que viene
y de todas aquellas que ahora me faltan.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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